Sentir el calor del hogar imperturbable siempre a la misma hora. Recostado en el sofá, el tiempo adquiere una percepción distinta buscando entre las páginas, tantas veces escritas, las instrucciones del encuentro. Cansada, pero con una sonrisa, irrumpe en mi salón y su palidez se ve borrada por el Technicolor de mi vieja Grundig. Se acercará embriagándome con su aroma de olvido, de pierde-el-recuerdo del día, y luego de dejar las llaves en la bandeja de cristal con motivos Gaudisianos, desenbainará de sus labios su más mortífera arma blanca de la que recibiré, agradecido, la puñalada.
Aparecerá en la pantalla y a mi lado, de rosa o carne y hueso, en mis fantasías y en mi realidad, haciéndome recuperar cada noche el significado de la palabra vida. Porque cuando vuelve la pantera sí deseo la eternidad.
NOTA: este pequeño relato lleva como condición utilizar la frase del título del post. es un pequeño juego/concurso que realizan en Los diablos azules las noches de los miércoles en la jam de relatos.
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