Lloras por miedo, por alegría, por decepción, por impotencia. Llanto tenue, estridente, desesperado. Invitados desconocidos en el tanatorio que muestran lágrimas de indiferencia en un gesto aparentemente solidario. Y en la reunión de adultos que hablaban de política, después de un rato se convirtió en sollozo y nadie sabe cuándo el niño dejó de llorar súbitamente. Un silencio repentino invadió la sala, resultó doloroso.
Inédito, Presentación en el auditorio de la escuela de música Dionisio Aguado.
2 opiniones:
9 de junio de 2009, 0:18
"Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir"
13 de junio de 2009, 9:31
Te enlazo wei
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